Las personas con piel sensible pueden tener más probabilidades de que su piel se enrojezca o se irrite. Esta es una condición de la piel que puede afectar a todo tipo de piel causada por diferentes factores como daño solar, rosácea, seborrea, acné y elementos externos. Aunque el enrojecimiento es generalmente un problema inofensivo, es muy molesto e incómodo, puede afectar la confianza y causar más estrés, lo que lleva a más brotes. Sin embargo, para tratar este tipo de afección de manera adecuada, es importante saber qué podría estar causando el enrojecimiento facial:
- Dermatitis de contacto: se pueden formar manchas rojas y que pican debido al contacto directo con una sustancia irritante o un alérgeno que puede tardar unos días en aparecer.
- Después de tocar algo caliente: daños en el tejido de la piel causados por la exposición al calor, radiación, contacto eléctrico o productos químicos.
- Exposición excesiva al sol: la exposición excesiva a los dañinos rayos ultravioleta del sol puede provocar enrojecimiento de la piel.
- Infección: si siente que su piel está sensible o dolorida, es una infección.
- Sarpullido por calor: si parece que tiene muchas protuberancias rojas, especialmente en el cuello, los hombros, el pecho y la espalda, tiene sarpullido por calor
- Rosácea: generalmente causa un sarpullido rojo alrededor de la nariz, las mejillas o el mentón que parece ruborizarse o ruborizarse.
- Psoriasis: parches gruesos, rojos y escamosos son un síntoma de psoriasis, especialmente común en los codos, rodillas, cuero cabelludo, espalda baja y cara.
Recuerda que la mejor persona para diagnosticar el mejor tratamiento para el enrojecimiento de su piel es un experto en cuidado de la piel, asegúrate de visitar a un dermatólogo o esteticista antes de aplicar cualquier crema tópica. Una vez que el profesional determine el tipo de enrojecimiento que está afectando tu piel, hay algunos pasos que puedes hacer en casa ajustando tu rutina diaria de cuidado de la piel para calmar el enrojecimiento y hacerlo menos obvio.
Puede que nunca haya una verdadera «cura», pero ciertamente hay formas de controlar esta afección y prevenirla, una buena rutina de cuidado de la piel a seguir es clave para mantener tu piel lo suficientemente feliz:
PASO 1: Beber agua
Aunque beber agua puede no ser suficiente para curar el enrojecimiento de la piel, este paso definitivamente puede ayudar a limitar y prevenir los síntomas de la rosácea. Su cuerpo está compuesto principalmente de agua y, al beber suficiente agua todos los días, ayuda a eliminar las toxinas de la piel y de su cuerpo, por lo tanto, beber mucha agua ayuda a mantener la piel hidratada y ayuda a sanar la piel rápidamente.
PASO 2: Limpiar a fondo
Cuando se trata de enrojecimiento, un buen limpiador puede marcar una gran diferencia en la salud de la piel siempre que evites los jabones líquidos fuertes o los limpiadores espumosos que eliminan los aceites naturales de la piel y causan sequedad.
Es muy importante elegir el limpiador adecuado para tu tipo de piel, especialmente uno que no contenga productos químicos agresivos que puedan hacer que el enrojecimiento activo sea aún mayor, es imperativo mantener la piel completamente hidratada incluso mientras se limpia.
PASO 3: Calma y mantén el equilibrio
Después de la limpieza, aplica un sérum que ayude a calmar la piel, te recomiendo utilizar uno con propiedades antioxidantes las cuales son ideales para calmar irritaciones y fortalecer la barrera cutánea para neutralizar los radicales libres, que son átomos dañinos que causan daño a la piel.
Los serums son una parte esencial de la rutina de cuidado de la piel que ayudará a fortalecer las defensas de la piel contra los agresores ambientales.
PASO 4: SPF
Proteger la piel con SPF es vital para cuidar tu piel todos los días del año frente a todo lo que pueda afectarla, las rojeces no son una excepción.
Las quemaduras solares pueden empeorar el enrojecimiento de la piel, sin mencionar que acelera el proceso de envejecimiento, así que asegúrate de usar un SPF humectante todos los días, llueva o haga sol, porque los rayos del sol pueden dañar la piel incluso si no es una temporada soleada.
Otro consejo para ti, usa un SPF con una fórmula que ayuda a proteger la piel incluso contra la luz azul que emiten los teléfonos inteligentes, tabletas y otros dispositivos electrónicos similares que se usan a diario.
Los SPF son vitales y ayudarán a reducir la irritación y la aparición de enrojecimiento.
PASO 5: Mantente hidratado
Esto no es una opción; la humedad es vital cuando se trata de rosácea. Completa tu rutina diaria de cuidado de la piel con una loción hidratante de día y de noche para ayudar a que la barrera cutánea se mantenga más fuerte y sea mucho menos probable que se vea afectada por irritantes externos.
Te recomendamos utilizar una crema hidratante que contenga ceramidas y ácido hialurónico, estos dos tienen propiedades asombrosas para hidratar la piel reteniendo agua en la piel y reparando las barreras cutáneas.
Debes hidratar tu piel todos los días, dos veces al día, para ayudarla a reducir la irritación, descamación, ardor y enrojecimiento y restaurar la barrera protectora de tu piel.
PASO 6: Simplifica tu rutina de cuidado de la piel
Si eres propenso/a al enrojecimiento de la piel, no te excedas en la rutina de cuidado de la piel con productos que contengan muchos ingredientes fuertes que pueden abrumar la piel y provocar reacciones adversas. De lo contrario, usa hidratantes, limpiadores, sueros y humectantes ideales para tu tipo de piel que mantengan su salud al día.
Estos 6 pasos realmente tienen todo lo que necesitas para mantener una rutina de cuidado de la piel que ayude a reducir y controlar la apariencia del enrojecimiento de la piel. Ten en cuenta ser diligente al seguir tu régimen todos los días, incluso cuando estés cansado, ¡tu piel te lo agradecerá!
Recuerda la importancia de contar con la guía de un Experto Profesional en Cuidado de la Piel que pueda ayudarte a determinar un tratamiento más especializado para tu condición específica.